CAMPAMENTO 27 DE FEBRERO. VISITA AL HOSPITAL
A las 11:00 de la mañana habíamos quedado con Alí en que vendría a recogernos, antes pasaría a recoger a Maribel, la Directora de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Colmenar Viejo. Nos montamos en el todoterreno y bajo la luz azucarada de la mañana emprendimos rumbo hacia el campamento 27 de Febrero
Cada uno de nosotros llevábamos en nuestro interior la incertidumbre de cómo encontraríamos el hospital, de si estaría totalmente terminado y de qué manera. Dadas las condiciones en las que allí se trabaja y aunque ha estado muy supervisado estas cosas desde la distancia nunca sabes como van a quedar.
Al llegar, lo primero que hicimos fue ir a ver el hospital y nos llevamos una gran alegría porque no solo estaba totalmente terminado sino muy bien acabado, con material sanitario, sala de anteparto, de parto, de postparto etc … Nos sentímos profundamente contentos.
Conocí a dos de las enfermeras cooperantes de la Asociación que estaban en ese momento pasando consulta a un niño pequeño que el pobrecito no paraba de llorar. Susana y Ana, dos estupendas personas que cogen parte de sus vacaciones para poder realizar este maravilloso proyecto. Desde este espacio quiero dar las gracias en nombre de toda la Asociación al Ayuntamiento de Colmenar Viejo, a Jesús Martínez, el médico que está encargado de este proyecto y, al resto de los cooperantes, que como Ana y Susana, están yendo a echar allí una mano. Muchas gracias a todos, sin vuestra colaboración esto no sería hoy una realidad.
Al terminar la visita al hospital fuímos a dar un paseo por los alrededores, me sorprendió ver en mitad de la plaza un pequeño museo en el que se contaba la historia del Sáhara desde su prehistoria, también visitamos el taller de alfombras de la Asociación de mujeres saharauis. Sentí la necesidad de comprarles una y al pagarles observé en sus rostros un gesto de orgullo ante este trabajo realizado a mano. Era una recompensa para con su arte. Estas mujeres, tejedoras de alfombras, únicamente pueden ganar algún dinerillo de esta manera.
Nos instalamos en la casa donde estaban las enfermeras, Ana y Susana, viviendo esos días. En la casa también se encontraban dos chicos cooperantes de Ingenieros Sin Fronteras.
Ellos hicieron la comida para todos, después de comer nos fuímos dando un paseo a un taller sobre diabetes e hipertensión que lo daba una enfermera saharaui a la que la Asociación le paga por su trabajo, también participaban en el taller las enfermeras españolas, las cuales enseñaron a hacer una macedonia con sacarina. La verdad, me fue muy curioso ver como se realizó este taller, la forma en que todas las mujeres que estábamos allí nos presentamos una a una mediante un ovillo de lana el cual nos íbamos lanzando y así tejiendo entre todas como una tela de araña, un juego para romper el hielo entre nosotras. También comprobé lo difícil que es convencer a las saharauis diabéticas de que no pueden tomar nada de azúcar. Era chocante el estar en un taller para diabéticas y ofrecer a las participantes dátiles y te, que lo hacen con muchísima azúcar.
A media tarde vinieron desde el Aaiún para asistir a la inauguración del hospital Miguel, Rebeca y Juan Carlos, esa noche la pasarían allí con nosotros.
Fuímos a visitar una especie de “CIBERCAFÉ” al que Colmenar había donado 6 ordenadores. Es totalmente gratuíto. Y todo el mundo puede tener acceso a Internet. Curra mandó un correo a todos los cooperantes desde allí.
Compramos pollos asados para la cena.
Dormimos unos en el salón principal en el suelo y otros en la sala de al lado en colchonetas, los dueños de la casa, tan atentos siempre nos trajeron un montón de mantas. El suelo estaba duro, pero dormí estupendamente ... muy satisfecha de todo lo que había vivido en ese día y muy contenta de haber visto el hospital tantas veces imaginado.
Tarsilita,
ResponderEliminarEstoy muy orgullosa del blog: tiene vida, movimiento, es personal y a la vez de la Asociación
Qué recuerdos las fotos! Hoy por primera vez, puedo mirarlas sin emocionarme.